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Das liebesverbot, de como la música me salvó la vida.

En aquel momento mi corazón latía por derecho propio y la sangre fluía por inercia. Vivía en una celda de 2x3 m2. Habían 3 camas adosadas al muro, un baño, una pequeña ventana con grandes barrotes y celosía. La puerta de la celda era metálica de unos 5 cm de espesor y tenía una pequeña ventanita del tamaño de un billete. El dióxido de carbono era al aire como mi esperanza al vacío. En aquel espacio vivíamos 5 personas, 5 mundos tan distintos. Yo había llegado de los últimos y me correspondía dormir en el suelo, debajo de una de las camas. Me sentía como en la tumba, durmiendo en el nicho de una necrópolis de la desesperanza, haciendo patria con la araña de rincón (mi peor pesadilla) los chinches y las vinchucas. Por las noches me faltaba el aire. Hacía el esfuerzo de sacar mi boca por entre los barrotes para respirar una bocanada de vida. El instinto de mirar las estrellas chocaba con esa barrera llamada celosía; un obstáculo para iluminar mi espíritu con aquella luz inmarcesible que y

Dos caminos (sueño)

  Soñé que me encontraba al interior de un pequeño campo que estaba cercado por todo su perímetro. El pasto estaba crecido, parecía un lugar deshabitado, pero yo sentía que era mi campo. Cuando me vi a mi mismo, me fijé que llevaba puesta una túnica blanca y comencé a practicar tai chi. Luego me percaté que antes de llegar al pequeño cerco había una acequia que nos separaba. De un salto llegué hasta el espacio que quedaba entre la acequia y el cerco y comencé a caminar hacia el norte. Vi que por fuera del perímetro había una hermosa casa de madera pintada de blanco. El cerco en ese lugar estaba lleno de ajíes de color verde y yo sentía que esa casa era un lugar extraordinario. Luego me devolví y caminé hacia el otro extremo del perímetro. Allí había dos puertas; una daba hacia el Oriente y la otra hacia el sur. La altura del cerco llegaba hasta mi cintura. Cada puerta daba acceso a su propio sendero los cuales se perdían en el horizonte. El sendero de la puerta  Oriente se perdía en un

Maldito

Aquí está el que te hizo mierda el alma el que tomó de tu amor lo que quiso el que robó tus sueños y pisó tus lágrimas       yo soy la escoria de tus dias,                             mátame si así lo deseas.  Yo te engañé con mentiras de amor  te mentí como jamás nadie supo me reí de tu amor escupiendo tu sonrisa             yo soy la miseria de tu vida,                             merezco morir en el olvido.  Jamás sentiré un amor como el tuyo  odiaba la pureza y los sonidos de tu boca  odiaba la luz que iluminaba mis tinieblas              yo destruí tu inocencia,                              bórrenme del libro de la vida.  Hiciste tanto por amar esta mentira  más de lo que puedo imaginar me diste la vida del fruto de tu vientre             valgo menos que un difunto,                              dejen que me pudra en el infierno.  Ahora que soy viejo comprendo que he perdido  ahora que ya es tarde comprendo lo que fui  ni en esta ni en la otra descansa en mi tu alma             no

Un día normal en mi lectura

En general leo muy poco en comparación a lo que escribo. Tengo el hábito, pero me cuesta interesarme en algun escritor contemporáneo. Siento que con los pasajes de mi vida basta y sobra. Generalmente leo la biblia, filósofos ya enterrados, divulgación científica y los cuentos y poemas de mis amigos escritores. Cuando leo soy como un caballo con anteojeras: miro hacia adelante y me concentro de lleno en la lectura. Mi entorno se disipa hasta el grado en que ni la música, ni los gritos ni los temblores me distraen. No me lo adjudico como una capacidad importante o fuera de lo común; así se da la lectura en mi persona. El lugar donde acostumbro leer es al fondo de un pasillo, a los pies de una ventana con barrotes pequeños y sin  celosía. la estructura permite la entrada de una luz maravillosa y una brisa fresca y natural. Esto lo  considero un acto de misericordia de parte del arquitecto que diseñó esta prisión. Reconozco que la lectura es una especie de ritual, me preparo, limpio el sec

La dama de las poesías

Los años quedan en el cuerpo el tiempo no se detiene en cada paso un suspiro en cada latir un verso. La primavera ha cesado  el otoño se ha instalado  y las hojas esparcidas  son recuerdos de amores,  sueños y pasiones una huella que se asienta sobre una tierra firme  fértil desde las raíces  erguida hasta los cielos  celebrando en cada renacer el milagro de la vida.  El amor no esconde sus pasos el fruto maduro testimonia la senectud del tiempo el reposo y la quietud  amainan ansiedades  y la pasión camina serena por senderos transitados  llenos de novedad mas la llama no ha cesado  y el fulgor no se extingue es la vida que acontece  en perfecto devenir aquel ciclo eterno que abraza y que aleja como el amor y el odio una hoja en blanco dispuesta la dama de las poesías. 

El monje (sueño)

Soñé que estaba solo en el living comedor de la casa de mi madre. Estaba meditando sobre el suelo en la posición del loto. Podia ver a través de la ventana que era un día soleado muy agradable. Reflexionaba en mis problemas, mis complejos, mi pasado. De pronto se abrió la puerta principal de la casa y entró un monje con una túnica de color naranja, roja y amarilla. Se acercó a mi sonriendo, traia paz en su mirada. Me dijo que venia a ayudarme a conocer la naturaleza de mi enfermedad. Luego sacó un visturi y lo pasó por la circunferencia de mi cabeza. A  pesar que me estaba cortando, yo cerré los ojos y no sentí dolor. Luego abrí los ojos y vi como él sacaba la tapa de mis sesos. Tuve miedo pero también confianza. Él dejó la calota en un  plato que estaba sobre la mesa y comenzó a inspeccionar mi cerebro. luego de un rato de urguetear , tomó la tapa de mi craneo y la puso en su lugar y me cubrió la herida con una venda. Luego me miró y me dijo que mi cerebro estaba sano, que no tenia ni

El vuelo (sueño)

 Soñé que me encontraba en la playa. El día estaba nublado. El cielo y el mar se veian amenazantes. Sentí que tenía la clara misión de cruzar el océano. Luego miré hacia la derecha, (hacia el norte) y he ahí un alas delta de color blanco. Lo tomé, y me afirmé a su baranda y corrí en dirección al mar. A poco comencé a elevarme por los aires. Miraba hacia abajo y podía ver como aumentaba mi velocidad. Sentía alegría y asombro. Luego comencé a subir más y más y al mirar atrás comprendi que había avanzado bastante mar adentro porque la tierra era un punto en el horizonte, y tuve miedo. Luego el cielo comenzó a cerrarse y pude ver a lo lejos una tormenta y el mar se ponia más violento, con olas gigantes. Sentí pánico y tuve miedo de continuar el vuelo y decidí volver, pero al girar mi cuerpo el alas delta perdió estabilidad y caí al mar en medio del océano. El mar se aquietó y la tormenta cesó y comencé a nadar hacia la orilla de donde venía. Ahí desperté. ______________________&_______

Plegaria

 Revélate a mi alma como quiera que te llames una porción de la verdad es todo lo que anhela.  No quiero riqueza ni fama ni gloria una voz que disipe la paradoja de lo sagrado  ese Dios que mata por un propósito futuro un pueblo esclavo  carente de amor propio que se inventa un Dios  que los escoge  para soportar el dolor  de la existencia.  Te busco en las palabras en la naturaleza viva y en todo lo que perece,  te busco así en la luz como en las sombras te busco en la opresión  que ejercen los que te poseen te busco en la libertad de los que no saben tu nombre.  De día y de noche  anhelo tu presencia  te veo en el calor del sol pero no te escucho te veo en la belleza de la luna pero no te oigo.  Percibo tu presencia  en todo lo que me rodea aún así no es suficiente,  quizás pido demasiado quizás no lo merezco,  quizás mi búsqueda es en vano,  y si dejo de buscar será tu voluntad la que me encuentre?  Te busco por que te intuyo  te intuyo por que te he sentido,  una presencia ajena a