La dama de las poesías


Los años quedan en el cuerpo

el tiempo no se detiene

en cada paso un suspiro

en cada latir un verso.

La primavera ha cesado 

el otoño se ha instalado 

y las hojas esparcidas 

son recuerdos de amores, 

sueños y pasiones

una huella que se asienta

sobre una tierra firme 

fértil desde las raíces 

erguida hasta los cielos 

celebrando en cada renacer

el milagro de la vida. 

El amor no esconde sus pasos

el fruto maduro testimonia

la senectud del tiempo

el reposo y la quietud 

amainan ansiedades 

y la pasión camina serena

por senderos transitados 

llenos de novedad

mas la llama no ha cesado 

y el fulgor no se extingue

es la vida que acontece 

en perfecto devenir

aquel ciclo eterno

que abraza y que aleja

como el amor y el odio

una hoja en blanco dispuesta

la dama de las poesías. 


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