La muerte del Cupertino Andaur



La muerte del Cupertino

Yo sabía que había llegado a colina 1 el cupertino. El hugo me había contado. Se conocieron en colina 2 y habían creado una estrecha amistad. Cupertino recibió al hugo cuando llegó y lo salvo de varias. Despues de 18 años se volvieron a encontrar, pero esta vez el hugo lo recibió.

Cupertino fue trasladado, y cuando eso pasa, no te avisan, así que tomas lo importante. Hugo me contó que cupertino había creado una empresa de lavado de ropa al interior de la cárcel, lo cual le permitió juntar una importante suma de dinero que le guardaba su hermana, la cual estaba desaparecida hace meses de manera misteriosa.

Hugo me contó que cupertino había llegado con un bolso y un gato. Un gato…! quién se trae un gato de otra cárcel? Pensé que el hugo me jugaba una broma hasta que lo vi con mis propios ojos; se llamaba copito y era un gato adulto. Hugo me contó que cupertino amaba a su gato, que era su confidente y amigo.

Nunca conversé con cupertino. Lo veía trotar por las mañanas. Una vez lo saludé y respondió cordialmente. Solía venir a la biblioteca a pedir libros prestados; era un ávido lector y escritor de microrrelatos.

Un día mientras pintaba, vi a dos taitas mirando el suelo como desencajados. Me puse de pie intrigado y al asomarme vi a copito ensangrentado, pata e laucha. Uno de los taitas se fue del lugar y volvió al rato con el cupertino. Cuando el viejo lo vió, se puso pálido, se tomó la cabeza y le salió un gritó del alma: -Noooooo!…copito, mi niño - luego cayó de rodillas y comenzó a llorar sin consuelo. A mí se me erizaron los pelos. Sentí compasión del viejo. Luego se calmó, lo tomó en sus brazos, lo beso y lo enterró. Desde aquel día nunca más lo vi trotar ni venir por libros a la biblioteca. Los más cercanos dicen que se ensimismó, que se puso callado, que no iba ni al rancho.

Esta mañana la cárcel estaba en silencio; una sospechosa ausencia de ruido en el aire; como un aviso. El hugo apareció detrás de la reja y me hizo señas para acercarme, me dijo : - nos tienen paquiados, llegó la PDI pa mirar el cuerpo del Cupertino. No se despertó pa la cuenta. Estaba tieso como palo en la cama. Hicimos un minuto de silencio pa despedir al finao y empezaron a llegar gatos de todos lados: unos maullaban, otros se subieron a la cama y se quedaron ahí como estatuas. A mi me dió miedo y me fui-.

26 años de cárcel llevaba Cupertino. No puedo juzgarlo. Sólo diré que era un anciano que trotaba por las mañanas y le gustaba leer. Murió en el sueño y lo velaron sus gatos. 


15\10\2020.

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