Suspiro del alma





















Habituado al temor,
acostumbrado a los cercos,
olvidé el sabor del mar
y el aroma de la brisa mojada.

Aquí es el cemento el que horada,
pieles carcomidas a la sombra de los astros,
olvidé mirarlas para no sufrir,
intenté olvidarla para no llorar,
ignoré el paso del tiempo
así en las cosas,
mas el tiempo no perdona,
así como los hombres,
los hombres sin Dios.

Intenté olvidarla para no llorar
a pesar del nudo en la garganta,
ahogué el lamento hiriendo el alma
tragando mi cobarde orgullo,
la mentira de mi vida.

Vastedad de lágrimas eres poderoso océano,
por qué ahogo la pena ante los hombres?
lágrima débil es mi pobre juicio
flores rotas y vacío.

Cae la noche y los recuerdos
disuelven contornos difusos,
diabólicas figuras,
máscaras amorfas
que caen como lepra
revelando al niño solitario y herido
sobreviviente de carencias y angustias.

Volveré a ti inmensa vastedad,
aceptarás mi pobreza de espíritu
navegar entre lutos y desiertos?
Volveré a ti convertido en polvo
estrella titilante?
acepta el crisol de mi existencia
entre estos cercos vigilantes,
concede aunque en sueños la esperanza,
de mirar de lejos la agonía.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Era de Dios papito!

Maldito